Tiempo muerto

Los grillos acribillan al silencio mientras Gatto ronronea desde una esquina de la habitación. Afuera no hay nadie, los grillos solo hacen bulla cuando afuera no hay nadie. La noche tiene una ventaja frente al día: los susurros. En el día solo la noche susurra. Gatto mueve la cola indicándome cambios de viento. Gatto se mueve con el viento, como todo felino. Se balancea en total quietud. El tiempo desde adentro no se distingue, no se calcula. Sé que afuera es de noche porque los grillos hacen bulla. Desde adentro el tiempo no se distingue, no se calcula, se permuta, se intercala con la muerte. Es tiempo muerto. Es tiempo de muerte, por eso los suicidas buscan la noche o la noche a los suicidas. Gatto se lame una pata y ronronea desde la esquina de la habitación. Adentro está de día porque hay ciento veinte vatios dándome razones sin susurros que me dejan ver el techo que me tapa el cielo. El techo es blanco, con puntos negros. Los puntos negros son moscas, con alas traslúcidas. Las alas son sueños, por eso se puede ver a través de ellos, o de ellas. Eso no importa. Lo que importa es el techo porque no me deja ver el cielo. El techo es blanco, con puntos negros. Antes era solo blanco, sin puntos negros. Los puntos negros son moscas, de las alas no quiero hablar porque son sueños y ahora no tengo. Antes no había moscas. Fueron llegando con el tiempo. Con el tiempo muerto, llegaron de noche. Gatto solía ser un perro. Un perro genuino. Fiel. Un día. Mejor; una noche. Una noche supo que quería ser gato. Siempre se ha llamado Gatto. Tal vez se sintió presionado. Una noche supo que quería ser gato y vivir de las moscas, me dijo. Hace un tiempo muerto que solo come moscas, una en cada comida. Las caza, mata el tiempo. Les saca los sueños porque no soporta su textura. Los grillos dejan de hacer bulla cuando algún alma en pena se les arrima. Afuera sigue de noche porque adentro está de día. Lo peor que le puede pasar a la noche son los pájaros. Cada que aparecen, la noche muere. Los pájaros también tienen sueños, pero son sueños grandes. No se puede ver a través de los sueños de un pájaro. Por eso Gatto no caza pájaros aunque sea un gato. Un gato genuino. Con maullidos y ronroneos. Gatto ronronea desde la esquina de la habitación moviendo la cola que me indica los cambios de viento. Gatto ronronea cuando mira el techo porque ve los sueños y los puntos negros. Ronronea con hambre o con odio. Le gustan los sueños pero no se los come. El tiempo muerto mata, es una infección. Es un virus. Un virus es diferente a una infección. Gatto mueve la cola porque lo entiende, me dice. Gatto ronronea y mueve la cola, como todo felino con cola. El tiempo muerto mata moscas, también. Cae un punto negro desde el techo blanco moviendo sus sueños con los cambios de viento. Gatto no se la come porque no es hora de comer y mueve la cola porque lo entiende. Afuera es de noche y adentro de día. Es de día pero con aliento de muerto. El tiempo muerto tiene su propio clima. Todo tiene lógica cuando se le mira desde el lado muerto: el tiempo muerto es frío porque así se conservan mejor los cadáveres. Gatto mueve la cola porque lo entiende. Se me arrima y me frota su canino pelaje por mi hombro. Es tiempo muerto y él lo entiende, me dice. Por eso ya no mueve la cola, Gatto se posa al lado de mi cuerpo mientras los grillos hacen bulla y yo sigo esperando que aparezca un rayo de sol que caliente la mañana.

El Sujeto

Mi foto
Hace más de veinte años nací, vengo creciendo, lucho por reproducirme y todavía no he sabido que me haya muerto.